27 abr 2012

Un encuentro extraño, una amistad verdadera.

Cuando pasas los años de tu vida sin tomar decisiones arriesgadas, siempre teniendo un perfil bajo ante cualquier situación, llega el punto en que te atreves a pensar que no conocerás a nadie más a parte de los que te rodean, o incluso, que jamás nadie podrá escuchar o, en este caso, leer sobre todo lo que se esconde en tu interior.

Llegas a  aceptar a la Soledad como tu fiel y única compañera.

Por lo que en el momento en que te arriesgas, sientes como si el mismo Dios te  estuviese trazando un camino. Sientes como si, una vez que has terminado algo que tu consideras "grandioso", una  nueva puerta se abre ante ti. Sientes como su debieras hacer algo importante, algo diferente, algo que te atemoriza y emociona al mismo tiempo. Algo que para algunos pudiera ser irrelevante, es para ti un paso enorme.

Lo que buscas es cambio.

Y ese cambio lo llegas a hallar en la persona más increíble del mundo, ese cambio lo encuentras en alguien distante a ti en muchos aspectos.

 Ese cambio lo encuentras en un extraño.

Sí, no lo parece, pero ese extraño te puede traer una nueva visión de la vida, mas allá de lo que tus allegados han intentado revelarte, después de todo, ellos no lo entienden, ellos no te llegan a entender. Palabras de apoyo siempre han precedido las acciones que cometes, pero el apoyo vacío no cuenta para ti.

Necesitas algo más.

Y ese "algo más" te lo brinda aquél extraño, quien está dispuesto a abrirte los brazos (por raro que parezca) porque , quizá, la curiosidad lo tenta mas allá de las distancias. Y eso, a su vez, te envuelve a ti en curiosidad. Esa curiosidad común hace que las conversaciones prosperen, que las relaciones se fortalezcan, que todo en tu vida cambie.

Encuentras lo que buscabas.

Pero, las cosas cambian al darte cuenta de que lo que buscabas ha adquirido intereses. Pasas de un "extraño" a un "amigo" en menos de lo que esperabas, poco a poco, las conversaciones se vuelven longevas en exceso, llegas al punto en el que tu alegría está determinada por cada palabra, en el que conviertes a ese amigo en "confidente" con quien compartes todas aquellas tristezas que sopesabas con Soledad. Soledad ahora representa para ti, mas allá de una amiga cercana, alguien a quien temer.

Ahora tú cambias.

Conforme recibes sus consejos y los asumes, descubres sentimientos que antes ni soñabas en tener. Ese confidente te ayuda a entender lo que es "vida" y "problemas" , te enseña lo que es "valentía" y "apoyo". Te enseña lo que representa en realidad ser un "mejor amigo", él se abre a ti de la misma forma que tú lo has hecho con él. Y tu entiendes ahora lo que es la "reciprocidad", lo que es la verdadera amistad. Incluso en este momento, has llegado a hablar con él en un idioma distinto para los demás.

Tienes nuevos sentimientos.

Aprendes en definitiva lo que es "querer" y  lo que es "extrañar" a través de cada palabra intercambiada. Pero por supuesto, entiendes algo que antes para ti era insulso; que, para ti, incluso se trataba de un sentimiento incomprensible, jamás habías querido tanto como para saber qué eran los "celos". Sí, con el tiempo aprendes a celar, a querer monopolizar esa amistad. Pero por como aquellos celos aparecen, entiendes que nada podría acabar con aquello que se había forjado por un momento y que, si así fuese, entonces no tendría que haber comenzado desde un inicio. Por primera vez "Confianza" es real.

El tiempo avanza.

No sólo los sentimientos bastan. Continúas aprendiendo, entiendes que esta amistad no es como las otras. No es compromiso, no es obligación, es sólo lo que es: algo natural. Como cada respiro del ser humano los "saludos diarios" se vuelven algo habitual para ti, se vuelven una necesidad, algo que jamás había pasado con nadie. Aprendes lo que un "hola" significa, lo mismo con un "adiós", cosas tan básicas como "cuidate", "te quiero" ya no son tomados tan a la ligera. Ahora tienen un significado real, esta vez sí te preocupas, esta vez sí te importa...

Has aprendido, al querer a una persona, a querer a los demás.

Notas el cambio en ti. Notas cosas que antes no notabas, detallas todo con claridad. La vida tiene matices, no es blanca o negra, todo es diferente. Tus allegados notan tu cambio, sí, pero no tienen idea de lo que ocurre en tu interior. Tu Mejor Amigo, sí, tu mejor amigo se alegra y te recibe ahora conociéndote como te recibió siendo tu alguien extraño para él.

Valoras cosas diferentes.

Ahora ruegas en silencio el bienestar de otros a expensas del tuyo, ahora, en un grado mayor te interesa el bienestar de los que te rodean, te interesa; contra todo, "su" bienestar. Has aprendido ahora muchas cosas que han dejado que tu odio y desesperación mengüen lo suficiente como para que la "gratitud" se vuelva algo intrínseco en tu ser entero. Agradeces a todo lo que te rodea, agradeces a Dios por brindarte ese "ángel" tan preciado, agradeces a los medios que te permiten comunicarte ¡Ja! ¡agradeces hasta el día en que te atreviste a conocerle!

Pero agradeces infinitamente el día en que vino a este mundo.

Sí, entre las cosas que logras entender. Entiendes lo que esa fecha en especial representa para todos, por fin comprendes la alegría verdadera que representa "su" día en específico. El día en que su llanto marcó esa presencia en la tierra, un año más que vive a lo largo de su vida, ¡un año más el cual podría compartir contigo! Ese extraño, ese amigo, ese confidente, ese mejor amigo, ya ahora en este punto no sabrías siquiera cómo llamarlo, no sabrías lo cómo denominar a esa persona quien tanto te ha apoyado y a quien tanto debes, y quien quizá, irónicamente, jamás entenderá lo que significa para ti...

...Bueno, a esa persona yo lo llamo Babe y si me preguntan ¿Por qué? Pues simplemente, no lo sé. Ya no recuerdo el momento en que decidí llamarlo así, y la verdad, no me interesa. Sólo me importa que él, a pesar de todo, siga soportándome, regañándome y animándome, simplemente, estando allí cada cuanto lo necesito, compartiendo momentos de aprendizaje e incluso, de cosas sin sentido. Y quiero que sepa (si es que no lo sabes hasta ahora) que siempre estaré allí (¡siempre que la conexión lo permita!) para brindarle todo el apoyo, toda la amistad (que viene con regaños respectivos) y todo el cariño que él me ha enseñado a tener.

Es por esto que ahora, con una alegría inverosímil le digo:

¡FELIZ CUMPLEAÑOS, IDIOTA!


¡Aquí te dejo tus presentes!








PD:  Te digo idiota porque te habría dibujado de no ser porque te negaste a pasarme una foto tuya y no pude hacerte el dibujo que quería - 3-





1 comentario:

Mario Chaparro dijo...

Me has hecho reir, llorar y sonreir infinidad de veces a cada instante de lectura babe, me has dejado boquiabierto!

Me alegra demasiado que nos hayamos conocido, desde entonces hemos hecho una amistad muy bonita, y sinceramente la distancia es el unico defecto que tiene... pero ya eso es inevitable, no? y hemos aprendido a vivir incluso con eso :D!


Gracias por tu felicitación, por ser tan sincera... sé que te es dificil expresar sentimientos por momentos, y que hagas esto, sencillamente tiene un valor tremendo!!

Te quiero mucho babe, y dentro de lo que nos permita la red, seguiré a tu lado y tu al mio, bdd? :) Gracias por ser tan buena amiga, gracias por ser como eres♥



Las barritas han quedado preciosas♥ y ahora con lo del dibujo me siento un poco culpable XD pero eso te ganas!! XDDD

gracias de nuevo babe, y te mando un besote!!! eres un amor de niña y espero estar ahí cuando llegue el día en que me puedas decir que ya todo está de lujo, no me rendiré hasta que eso pase :D!