7 nov 2010

4. Pecatto

Pecatto

Un año pasó desde la última vez que Jack entrara a esa oscura habitación. Ahora solo estaba alli para limpiarla, qué irónico. Lo más que habia logrado Mathias era que le aplicaran el mismo castigo a él que a Jack, y como era un noble, no podian dejar que le aplicaran  Agita, por lo que los confinaron a servir de esclavos en sus casas cada unos cuantos meses para Mathias, todos y cada uno de los dias de su vida para Jack.

Pero, auque siempre se mantenia bastante ocupado, siempre tenia tiempo para ir a ver a Katie cada tanto, acabadas todas sus tareas. Con ese trabajo, Jack habia podido averiguar muchisimas cosas interesantes, como lo era que Nicholas impedia que se realizaran las reuniones de nuevo. Ya que el padre de su madre, Sebastian, insistia con todo lo que podia que el demonio seguia dentro del chico y que ese castigo nunca seria suficiente.

Otra cosa, que ahora podia averiguar mejor la vida e itinerario de los nobles. Porque Nicholas siempre le encomendaba trabajos aquí y alla, incluso una vez entró en la casa de Katie, para arreglar unas cuantas tablas sueltas del techo y el suelo y buscar un caballo perdido. Claro está que la madre de Katie lo estuvo vigilando todo el tiempo y no le quitó un ojo de encima, no todo el dia pues...Katie, con una actitud seria y sobrada que él jamás habia presenciado, se armó de artimañas para vigilarlo en lugar de su madre y le pidió a esta que se fuese a descanzar, Jack evocó ese dia en su mente...

-Madre, dejeme. Debo empezar a ser responsable, yo me encargaré de vigilar al joven Adolphe. Después de todo, él ha venido por orden de su padre, y querrá una buena opinión de nuestra familia... Katie estaba muy erguida y hablaba en tono cordial y amable, alzando la barbilla.

-Pero, Keibeth...-dijo la mujer un tanto nerviosa, mientras observaba con sus grandes ojos azules tensarse los musculos de los brazos Jack cuando comenzó a marillear la tabla del suelo.

-Le haré saber si la necesito, Madre. Se ve algo cansada y mirese, está sudando...deberá tomar un baño para que mi padre la vea radiante encuanto regrese...- la sutil amenaza da Katie casi hace que Jack soltara una carcajada.

-Ti..tienes razón, hija. Parece que haz madurado bastante...- la mujer se retiró, pero no sin antes darle una fugaz mirada a Jack y morderse los labios. 

-Puffff....-bufó Jack en cuanto vió defrente a Katie, se tapó la boca para reprimir la risa y no lo logró por mucho.

Katie lo miró unos instantes sin dencir nada. Sonrió forzadamente y clavó el tacón en el suelo, provocando que la madera que Jack estaba cambiando se rompiese aun más.

-Oh! Mira! Parece que tendrás que cambiar algunas mas...

Jack no aguantó mas y se hechó a reir.

-No dejas de ser tu, princesa..-murmuró entre risas mientras desencajaba la madera rota.

-La próxima vez puedes avisar.- soltó Katie sentandose en el suelo y apoyando la barbilla entre las manos.- Recuerda que siempre te saludo...

-Con un abrazo...y eso qué tiene de malo?- dijo Jack en tono sarcástico mientras clavaba la madera en el suelo.

-A mi madre le hubiese dado un infarto...-suspiró y le dio un leve codazo con una sonrisa en el rostro. Aunque te aseguro que ella si te lo quiere dar...

-Ah! Katie...se supone que deberia convertirme en tu nuevo padre?. Lo siento, pero me gustan de mi edad.

-Mi madre ha estado con mas de la mitad de los hombres del pueblo, y... algunos esclavosrefunfuñó.

-Um...una mujer con experiencia... parece atractivo...-sonrió


“Nunca dejas de ser Lascivo, verdad?” murmuré. Jack alzó las cejas un par de veces y sonrió. La sonrisa esta vez, era bastante vacia. Nos acercabamos al final de todo...


-Dejate de cochinadas, Jack!- dijo Katie y le dio una pequeña patada...

-Tu empezaste...-rió, luego su tono se tornó muy serio- Katie, he escuchado muchas cosas en estos dias... y entre las mucamas hay innumerables chismes...

-Como cuales?- el tono de Katie se apagó un tanto.

-Cómo que te han dicho que estás comprometida y no tienes idea de con quien.

-Jack...- sollozó y ocultó la cara entre las manos.

-Se lo haz dicho a él, Katie?

-No he sido capaz...me siento tan...atrapada. Cada vez que me propongo a decirle... se abrazó asi misma.- simplemente no puedo, Jack.

-Debes decirselo, princesa..

-no sabes con quien es?, con quien me casaré?- tomó a Jack por el hombro sudoroso.

-No aun...

-Lo conoceré pronto, Jack. No me han dicho cuando...pero será pronto... y me asusta, no quiero verlo!

-Trataré de conseguir mas informacion. Por ahora quédate tranquila y habla con él.

-Trataré!...

Si, Katie habia dicho que trataria.  Jack suspiró mientras quitaba algo de porlvo del suelo de piedra con la escoba.

Pero al sol de aquel dia, a una semana entera de su encuentro.  No habia tenido el valor para decirselo y Jack tampoco habia conseguido información alguna, la tensión estaba presente en ambos cada vez que se encontraban con Mathias. Aunque Jack se escabullia normalmente y se iba a cortejar a algunas Gitane haciendo uso de que las sombras hacian ver sus ojos negros y naturales, las mujeres, que no lo conocian iban hacia él como abejas a la miel, y siendo Gitane, quedaban muchas maravilladas como sus ojos cambiaban de color a las luces del dia. Cosa que no funcionaba con ninguna otra chica del pueblo, se alejaban de él no mas al ver sus ojos. Pero no dejaban de observarlo de lejos mientras hacia uno que otro trabajo en sus casas. 

Con el tiempo, todas y cada una llamaban al padre de Jack para solicitar uno que otro servicio, ya hubiese sido como herrero, carpintero, buscador de perros perdidos (detrás de las casas y bien amarrados). Pero él solo trabajaba, se negaba rotundamente a sus pretenciones aunque no podia negar que su fuerza de voluntad menguaba de cuando en cuando. Jack habia besado ya a muchas Gitane, pero nunca se habia acostado con ninguna, mas por miedo que por descencia, miedo porque, siendo lo que era, no podria aceptar que naciera un niño igual a él y que tuviese que padecer todos sus sufrimientos, tambien tenia miedo de que las mujeres acabasen mudas como su madre, miedo por todas las historias que contaban sobre demonios fuesen ciertas y las mujeres muriesen por su culpa. A demás que él, no amaba realmente a ninguna...






-Jack en qué estas pensando? preguntó Katie con la vista fija en el cielo estrellado

-Si, haz estado muy callado.... eso no es normal en ti- convino Mathias que estaba junto a ella, con la vista fija en el cielo tambien...

-Esperabamos un comentario sarcástico de tu parte...!- rió Katie

Jack sonrió. Los tres estaban acostados sobre el cesped, observando las estrellas en esa madrugada oscura y helada. Las estrellas estaban concentradas y a la vez dispersas en el vasto cielo nocturno, en su mente estaba recordando como cada mes venian a esas horas a ese lugar. Para observar como la luna completamente llena incidia en los ojos del muchacho y esparcia una serie de lucesitas en el pasto, haciendolo parecer un espejo del cielo... Era algo hermoso, debia admitirlo, y no se cansaban de verlo.

En realidad, pensaba en como se acercaba la muerte de Nicholas y su consecuente partida del pueblo. Seria al dia asiguiente, todo sucederia al dia siguiente. El se iria, Katie conoceria a su prometido y le diria por fin a Mathias lo que tanto habia ocultado. Durante todos esos dias, Katie se habia sentido bastante mal, por lo que era una suerte que estuviera alli, y Jack estaba mas que agradecido por eso.

-Parece que me quedé dormido...-mintió- Ya me estoy haciendo viejo para estar despierto tan tarde, verdad Negro?

El caballo yacia dormido a unos cuantos palmos lejos de ellos.

-Ven? No soy el unico...

Katie y Mathias se hecharon a reir.

-Eres un exagerado!-rió Katie

-Tenemos la misma edad Jack, no me puedo creer que digas eso...-convino Mathias.

-Soy mayor por unos cuantos meses....-murmuró- Y creo que me debo dejar de andar con jovencitos! dijo y se sentó en el suelo haciendo que restos de cesped cayeran sobre las caras de los chicos.

-Oh si señor maduro?!...-dijo Katie levantandose y dandole un codazo por las costillas.

-Deberia empezar a llamarla madam, princesa?

-Aun no estoy casada...-le lanzó una mirada seria.

Mathias se alzó y se le quedó mirando, un tanto extrañado. Jack sonrió con tristeza y tomó las manos de ambos y las puso una sobre la otra.

-Tienes razón, princesa. Aun...-les dirigió una mirada dulce y se levantó a despertar a su caballo.-Vamos compañero...hoy no me tendrás que cargar...-susurró tan bajo como para que ellos no lo escucharan.

En cuanto Jack se volvió encontró a la pareja aun con las manos entrelazadas y mirandose fijamente. Mathias aferró la mano de Katie y ella miró a Jack de forma repentina, como comprendiendo lo que le habia intentado decir.

-Jack...- dijo con  los ojos como platos. Pero Jack se puso un dedo en los labios.

-Bien, he de dejarlos. Tengo una dama esperando en mi habitación y no puedo defraudarla...

Katie miró a Mathias de soslayo, este suspiró.

-Está bien, Jack. Nos vemos mañana...- exclamó Mathias en tono complaciente.

Negro se alzó justo en el momento en que lo dijo y tapó la cara de Jack, por lo que no pudo ver cuando este contrajo la expresión.

-Si, Jack...tengo que hablar algo contigo, asi que asegurate de llegar temprano esta vez!- lo regañó Katie.

El muchacho rodeó el caballo y le dedicó una picara sonrisa a la pareja.

-Si es que puedo despertarme despues de lo que me espera...

Katie sonrió y corrió a abrazarlo. Jack no pudo evitar estrecharla en sus brazos por un largo rato, luego la soltó.

-Eres un tonto...lo sabias? -suspiró ella en tono condescendiente.-

 -Un completo imbécil, si, princesa grocera. Lo sé. Adiós.-le revolvió el cabello cariñosamente.- Adiós, Mathias.

Katie retrocedió hasta su novio y estrechó su mano, ambos se despidieron de Jack. Mientras se subia al caballo y este comenzó a correr. Una vez que estuvo lo suficientemente lejos, lo detuvo y se bajó de él.

-Bien Negro, saldrán todos esta noche...asi que asegurate de descanzar bastante- le palmeó el cuello.-

El animal negó con la cabeza y se volvió para mirar al muchacho de frente, sus oscuros ojos se clavaron en los de él.

-No me vengas con cosas ahora, sabes que se deben marchar. Tu en especial, haz estado conmigo mucho tiempo...a demás eres el único que conoce el camino hacia la villa Gitane...y conoces todo el perimetro, no estarán bien sin ti...debes protegerlos...

El animal apoyó su frente en la cara del muchacho y lo empujó levemente.

-Gracias por todo, amigo. Ven vamos a ver a la chica...

Esa noche, antes de que Jack liberara a todos los caballos del establo. Cepilló a Peccosa con un cariño y cuidado descomunal, se aseguró de que todos comiensen bien, les quitó las molestas herraduras de las patas, los despojó de toda cuerda o arnes y a muchos les quitó la silla de montar. Solo 8 caballos. 8 pares de ojos que lo miraban con cierto aire de tristeza

Con un buen suspiro, abrió la puerta de atrás del establo. Los caballos salieron uno a uno, despacio, dejacndo que Jack acariciara con una mano a cada uno de ellos. Peccosa se detuvo para revolverle el cabello como siempre y dio un suspiro.

-Si, tambien te voy a extrañar... 

Negro salió al ultimo con una prenda de Jack en el hocico.

-No irás a ningun lado con eso- se quejó- no harás que me busquen!

El caballo suspiró y soltó la prenda, luego se alejó corriendo. Los demas lo siguieron apresurados, justo en cuanto el sol comenzaba a salir....

...Jack cerró la puerta del establo y esperó. Dentro de poco daria inicio su ultimo dia., y ya no le quedaban mas personas de las cuales despedirse...



-NiCHOLAS  HA  MUERTO! gritó alguien enfurecido.

Jack dio un respingo, se habia quedado dormido junto a la puerta. Habia comenzado.

-HA MUERTO! Mi HiJO HA MUERTO!- sollozó una voz femenina.

-No puede ser posible! Él era muy jóven!

-Es que no se dan cuenta?!-gritó la misma voz del principio- ha sido el chico! Todos sabemos que no regresó anoche! Pudo haber estado en nuestras casas!- a Jack le tomó un momento reconocer la voz:: era Sebastián.

Luego se escuchó una gran cantidad de pasos fuera del establo, la puerta se abrió de repente y  en ella apareció la figura iracunda del padre de Elizabeth. Seguida de un montón de personas más.

-Buenos dias- exclamó Jack, incorporandose- Se les ofrece algo señores?

-Tu demonio! Qué haz hecho con los caballos?

-Se han marchado en la madrugada por alguna razón- se encogió de hombros con indiferencia.

-Y no los detuviste?

-No estaba aquí cuando se fueron...

-Y donde te habias metido?

-Estaba en el cementerio, vicitando a mi madre.- era verdad, en parte. Antes de reunirse con Katie, se habia pasado a llevar flores a la tumba de Elizabeth y al...feretro de Lucinda-

-mientes!

-He matado a Nicholas, entonces? Cuál prefieres?

-Apresenlo! Será juzgado delante de todo el pueblo! Y condenado como el criminal que es...

Jack puso los ojos como platos, él habia visto juicios antes...era inevitable que cada persona en ese pueblo precensiase el enjuiciamiento y asecinato de cualquier criminal...Katie, sin duda...lo veria.

-No!- soltó sin pensar...

-No? Te acobardas demonio? Apresurense!

Jack no podia moverse, miraba a su alrededor e intentaba buscar algo para defenderse, al final, corrió hacia fuera del establo. Pero alli lo estaban esperando. Lo tomaron e intentaron apresarlo contra el suelo, pero el se revolvió y los golpeó, comenzó a alanzar golpes y patadas a diestra y ciniestra  a medida que más y mas hombres, esclavos y sirvientes, se le hechaban encima. Sus ojos brillaban y refulgian, en cuanto uno de ellos le soltó agua en los ojos agitando una pequeña botella, se detuvo unos instantes aturdido. Craso error. Justo en ese momento lo golpearon y lo estrellaron contra el suelo, lo ataron de manos y le dieron un fuerte golpe en la espalda que lo dejó sin aliento. Jadeando, lo levantaron dos hombres por las axilas y alaron de sus cabellos para que alzara la mirada hacia Sebastián, quien sostenia la botellita en una mano.

-informen al padre...!- ordenó.

-No! Sueltenme! No!- se quejó Jack retorciendose. Sebastian le propinó un puñetazo en la cara.

-Nicholas ya no está para protegerte, chico.-susurró- Esta vez si te mataré, desgraciado hijo del diablo.

-Que dijis...?-Jack puso los ojos como platos y dejó de retorcerse por un segundo.

-Callate! Camina!- le ordenó uno de los hombres que lo sostenia y lo empujó aun sosteniendolo por el brazo.

-No! No!- dijo y se retorció mas y mas...pero no logró nada..- por favor....no...

Lo arrastraron practicamente fuera de los dominios de la casa de su padre, cabisbajo por unos instantes para luego seguir dando pelea, no dejó de hacerlo, no dejó de gritar y pedir que lo soltaran. Conforme vio que se acercaban más al pueblo. Poco a poco, se fueron uniendo a la procesión más y mas personas...




 Katie estaba sentada en el recibidor, intentando no ver por la ventana, ni por la puerta, a quien vendria a tomar su mano. Se sentia mareada y débil. Estaba temblando y sujetaba con fuerza el pañuelo de Mathias en sus manos. Se preguntó como estarian él y Jack. Como ambos se tomarian sus respectivas noticias, pero muy en el fondo, esperaba que la supocisión que habia surgido al escuchar el comentario inquisitivo de Jack fuese cierta...

...Pero, si lo era. Irónicamente. Todo se tornaria más y más problemático, Jack no tenia idea de nada. Jack, su querido amigo Jack, como hubiese querido tenerlo alli para que la apoyara. Para que dijera una frase sarcástica que la hiciese reir un poco. Como hubiese querido que su Mathias la abrazara, que le dijera que todo estaba bien y que no se preocupase por nada...

Fiel a su rebeldia, se habia colocado uno de sus mas queridos vestidos negros. Uno que no habia querido cortar por lo mucho que le gustaba, el corsé le acentuaba la figura muy bien y la falda rozaba el piso comodamente, no necesitaba armador ni ajustes. Llevaba unos brazaletes del mismo color, que ocultaban los raspones de sus manos, las cuales habian sentido desde niña, a pesar de pertencecer a la nobleza, el peso de un trabajo duro y escapatorias hacia la hermosa villa Gitane.

Oyó el relincho de un caballo y el corazón se le detuvo, sintió un escalofrio en todo el cuerpo...

-Keibeth, alégrate. Tu prometido ha llegado al fin- dijo su madre bajando por las escaleras- Vamos, querida. Levantate, nuestro inviado te debe ver bella y radiante. Ojalá hubieses escogido un vestido mucho más alegre...

Katie le lanzó una mirada envenenada, ella era la que la habia condenado a esto...aunque, dudaba que fuese en verdad una condena.

-Mis señoras, el señor...- la madre de Katie le lanzó una mirada a su doncella, esta bajó la cabeza y se apartó de la puerta- ha llegado.

Katie se puso de pie y alzó la barbilla. Aspiró profundamente y aguantó la respiración.

Por la puerta apareció un hombre de unos 40 años, con unas cuantas arrugas difuminadas y una madurez bien marcada. Tenia unos ojos azul profundo y una mirada realmente perturbadora, seria y hostil. Su cabello era color ceniza y engominado para atrás con gran precisión. Katie no lo reconoció, pero su madre le hizo el favor.

-Bienvenido, Señor Malzieu..- exclamó bajando por las escaleras.

-Muchas Gracias por recibirnos, Mademoiselle..- El señor Malzieu se dio la vuelta y su expreción se endureció- Anda, camina...no seas maleducado con  las damas...

Cabisbajo, detrás del hombre, apareció la figura de un muchacho. Con el cabello castaño oscuro un tanto revuelto y desosrdenado, ataviado con un frac negro y las manos en los bolsillos. Tenia la expresión descompuesta y abatida. Poco apoco subió la mirada y se encontró fijamente con la de Katie. Sus ojos de un azul profundo al igual que su padre, pero mucho mas amables y tiernos, se mostraron asombrados y alegres. A Katie se le salió el aire de un sopeton y el corazón le latió rápidamente, ese...era  Mathias, su Mathias.

-Oh! Bienvenido Mathias!- dijo la madre de Katie. Pero este no apartaba los ojos de la muchacha.

-Mathias...-rugió su padre.

-Eh...oh! Gracias Madam, permitale felicitarla por tener una hija tan hermosa.-dijo Mathias, mientras tomaba la mano de la mujer ante la sorprendida Katie y la besaba- Estoy seguro de que ha heredado muchos rasgos de su espectacular belleza, que por cierto, estoy dispuesto a disfrutarlo cada dia de mi vida, si ella acepta, está claro.

Katie lo miró con una sonrisa, pero su labio inferior tembló y comenzó inevitablemente a llorar.

-Keibeth! No pensaba que te fuese a conmover tanto la noticia!- exclamó su madre mas regañandola mas que consolandola.

-Ni yo tampoco madre- dijo respirando lentamente- Pero lo acepto, por su puesto que lo acepto. No ha sentido, joven Malzieu, que ha habido una conección extraña desde que entó a la sala?

-Por su puesto. Es por eso que no he podido resistir a la tentación de pedir su mano, mademoiselle- asintió Mathias- Padre, Madam Lovecraft, será posible que me puedan dejar un momento a solas con mi prometida, creo que ambos necesitamos...

-Conocernos mejor. No. Cre.en?-siceó Katie cortante. Dirigiendo una mirada asecina a su madre y al invitado.

-Usted lo ha dicho, señorita- convino Mathias- conocernos- rugió en voz baja, dirigiendo una mirada parecida a los dos adultos.

Los interpelados se quedaron congelados y aterrados.

-Qué?- dijo Katie- No habian visto nunca un caso de amor...a primera vista...?

-A primera, unica y forzada vista?- asintió Mathias.

-Tienen razón madam!- dijo el Señor Malzieu un tanto nervioso- debemos dejarlos un rato solos...

-S..si, señor. Pe..permitame enseñarle el patio de nuestra casa, asi podremos sentarnos un rato a beber el Te...Ehm Mariene, prepara un poco, por favor, te esperaremos afuera...

El señor Malzieu tomó el brazo de Madam Lovecraft y salieron de alli practicamente corriendo, apurando el paso cada vez más. Mariene, la doncella, miró a Katie y a Mathias, alzó los pulgares y les guiñó un ojo. Para luego salir desmandada hacia la cocina. Estos le sonrieron un instante, hasta que Mathias corrió a coger a Katie en sus brazos en cuanto sus rodillas flaquearon.

-Amor...no estás bien, estás muy pálida y esta clase de cosas no...-dijo Mathias mientras estrechaba a la muchacha y la sentaba en el sofá sin dejar de rodearla con sus brazos.

-Shh...Tendremos que seguir con esta pequeña farza, Mathias- dijo mientras se recostaba del pecho de su amado y apoyaba la frente en su garganta- Jack me lo insinuó anoche...Perdón por no haberte dicho antes...

-Que estabas comprometida? Eso no importa ahora, cariño. Estamos juntos ahora, no importa nada...

-Pero, y si nos descubren? Mathias no puedo yo...-sollozó. Y Mathias la estrechó aun más entre sus brazos.

-Shhh...no pasará, no pasará nada... te lo prometo. De hecho, esta es una buena oportunidad...si estamos juntos no nos dirán nada y podremos salir cuando querramos...

-Pero...

-Solo ocupate de decirselo a Jack. Ya te dije que yo no le iba a decir nada, deja todo lo demás en mis manos...todo saldrá bien, mi querida Katie.- apoyó sus labios en los de ella...

...Katie no pudo evitar envolverle el cuello con los brazos y dejarse abrazar por él, pero se separó de ella de forma imprevista...

-Que demo..?

Mathias vió por la ventana, y Katie le siguió. Era una gran cantidad de gente, que poco a poco se alomeraba alrededor de la tarima de los juicios. Se oyeron gritos y vitores, un escandalo total. A lo lejos se comenzaba a oir los lamentos de un hombre...que pedia a gritos que lo soltaran. Estaba atado de manos por detrás de su espalda y unos hombres robustos lo apresaban por los brazos. Katie reconoció el rostro enseguida, esos ojos plateados que brillaban cuando la luz del sol insidia sobre ellos, esa expresión malhumorada y los cabellos regros como la tinta...

-Jack?- exhaló ella- Enjuiciarán a Jack?! Mathias q...

Katie se cortó al ver la expresión de su novio, tenia los ojos desorbitados por la sorpresa, y la boca se le abria y ce le cerraba como si intentase decir algo, su mano estaba temblorosa sobre el cristal de la ventana. No lo podia creer. Antes de que alguno de los dos pudiese decir algo alguien gritó tan fuerte que las ventanas no pudieron amortiguar el sonido.

-ESTE DESGRACiADO A MATADO A NiCHOLAS ADOLPHE MiENTRAS DORMiA!

Jack negó frenéticamente con la cabeza y se revolvió en el agarre de los hombres...

-Ese imbecil...-siceó Mathias- se estaba despidiendo de nosotros anoche...como fue que no me di cuenta?! Demonios! Ahora que puedo hacer?!- gritó y dio un puñetazo al marco de la ventana- POR QUÉ iNSiSTES EN HACER LAS COSAS DE ESTA FORMA JACK?!

-Mathias que es esto? Como que se despidió?! Qué es lo que pasa?!

-Escucha, Katie. Te lo explicaré luego pero tienes que ayudarme...

-Ese juicio no se hará, Mathias. No lo puedo permitir...-dijo Katie decidida.- Tiene que haber algo, algo que lo libere de esto...

-Liberar...escapar...

-ExiLiO!- exclamaron al unisono.

-Lo lograremos, Katie. Pero tienes que encontrar la forma de decirle...

-Él no se irá si lo sabe...

-Creeme, se irá. Pero volverá y eso es un hecho...conociendolo, no estará tranquilo ni porque lo maten alli...apresurate y escribele...

-Está bien.- dijo Katie y se dispuso a garabatear sobre un pergamino “la noticia” lo mas rápido que pudo.

-Él no queria esto, no se esperaba que lo enjuiciaran...-murmuró Mathias.

-Está listo...yo misma pediré el exilio.

-Katie! 

-Dejame hacerlo! Mathias!

El aludido bufó de rabia.

-Está bien, Katie. Ve rápido!





Jack estaba acorralado y se sentia impotente. No paraba de gritar su inocencia, pero nadie le prestaba atención. Lo subieron a la tarima de madera. Pero,  inespetadamente, una doncella fue corriendo y se detuvo ante Jack, este la reconoció de inmediato: Mariennelle. La mucama de su padre, esta abrazó al muchacho de forma imprevista.

-Saldrá vivo de esta, jóven amo. Por el honor de su padre, que lo hará- susurró tan bajo para que solo él la escuchara. Deslizó algo por el bolsillo de su pantalón y lo soltó, salió corriendo antes de que alguien dijera nada y desapareció entre la multitud.

Al estar tan rodeado de gente, casi nadie se percató del fugaz acto de la muchacha. Tan rápido e imprevisto fue que a Jack le pareció que nunca habia ocurrido, que solo fue una ilusión antes de su pronta muerte. En cuanto llegó a la tarima de madera, todo se le desarrolló lentamente, observó un mar de caras extrañadas que se acercaban poco a poco, el viento soplaba lentamente y el padre se tardaba mucho en salir de la iglesia, el turbante se le agitaba lentamente, los monaguillos tenian los ojos como platos, asustados, extrañados. Jack conocia cada rostro de la multitud, caras llenas de odio,  extrañeza y temor...

Cerca de él, Sebastián gritaba sus “pecados” sus supuestos acesinatos y artes demoniacas, poco a poco...muchas de las mujeres, las jovenes mas que todos del pueblo abrian de par en par sus ojos verdes y azules, se pasaban las manos por las cabelleras rubias y se mordian los labios....estaban nerviosas, todas, desviando la mirada...Jack no comprendia que era lo que estaba pasando, habia dejado de gritar, ya no suplicaba por nada...pero, no entendia por qué las mujeres se sorprendian tanto, hasta que leyó los labios de la hija menor de la familia Le Sondat...

Era considerada la muchacha mas pura y la mas bella del pueblo. Con esos grandes ojos azules claros, esas mejillas sonrojadas y esos hermosos bucles dorados. Pero quien lo diria, ella fue la primera mujer que se acercó a Jack completamente desnuda en el establo de sus padres, se safó el vestido de un solo tirón y se acercó al muchacho sonriente. Claro está que Jack alzó las cejas, vió mas allá, sonrió y dijo: “Buenos dias señor Le Sondat, al parecer, su hija tenia mucho calor...no lo cree asi?” luego se marchó y lo compartió entre risas con Mathias.

“Ves padre...” susurró la muchacha, al oido del hombre que la apresaba por el brazo “ Te dije que no sabia lo que hacia...”

El hombre abrió sus ojos dorados totalmente sorprendido, empezó a temblar de rabia, su rostro adquirió un horripilante color moreteado y gritó a los cuatro vientos, devolviendo el tiempo normal a Jack...

-ESE MALDiTO HiZO DESNUDAR A Mi HiJA!

Un gran “Oh!” se oyó entre la multitud. Luego se levantaron voces y acusaciones falsas, un escandalo de verdad. Jack alcanzó a ver como la sonrisa de Sebastián se ampliaba.

-Juzgadle! Asecino!

-Perversión, Lujuria!

-Demonio!

-Maldito! Demonio!

-Apresarlo!

-Matarlo!

-SiLENCiO!- exclamó Sebastián, y la gente calló enseguida- Será juzgado justamente, por el padre y aseci...

-QUÉ ES LO QUE OCURRE?!- gritó una voz femenina, una voz que provocó que Jack alzara la vista y que sus ojos reflejaran la luz del sol completamente...provocando gritos dentro de la multitud- QUÉ ES TODO ESTO?! QuiEN HA ORGANiZADO UN JuiCiO DE FORMA TAN iMPREViSTA?!

-Este hombre a asecinado al Señor de la familia Adolphe!    

-Y DESDE CUANDO SE HACEN JuiCiOS SiN AviSO PREViO?!- exclamó la joven.

-No...- susurró Jack.- no por favor, no hagas esto...

-Y mas aun esta barbarie!-continuó ella.

Jack no sabia de lo que  hablaba, hasta que volvió a bajar la mirada. En el pecho tenia una linea ensangrentada que comenzaba a desaparecer  gradualmente, habia motas de sangre en la madera, aun mas hayá lejos de él. Lo habian herido, no sabia como ni cuando, ni mucho mendos donde...solo esperaba que su estado no fuese muy deplorable...no con Katie observandolo. Pero sabia que sin importar la cantidad de heridas, todas desaparecerian tarde o temprano...

-Keibeth!- exclamó su madre indignada.

-Ahora no, madre...quiero que entiendan esto...- dicho esto Katie subio y caminó por la tarima lindando delante de Jack- Hace solo unos minutos recibi la noticia mas grande de mi vida, y esperaba compartirla con todos los presentes...pero me encuentro con esto...- pateó un cubo de madera cerca de Jack, estaba lleno de agua...

“Planeaban ahorcarme o ahogarme..?.”pensó Jack a la espera de alguna reptil respuesta... pronto encontró una.

“No sabes lo que te hicieron?” preguntó una voz sensual y madura, una hermosa serpiente... “Te hicieron cortes en el brazo y el pecho, para demostrar que sanabas...luego te arrastraron para sumergirte, para que hablaras...pero la mujer intervino justo a tiempo...”

Jack sopesó la palabra mujer. Katie no era una mujer, era una niña de 16 años con coraje y bastante tonta.

-Cómo creen que me siento?!- exclamó y se dirigió a Jack tomandolo por la cara, apretando su mano contra sus mejillas- qué piensas tu ah?! Por qué piensas que te hacen esto? De verdad mataste a tu porpio padre?!

El muchacho la miró seriamente, y ella le devolvió la mirada. Luego se levantó y miró a la multitud.

-Creo que el juicio debe ser efectuado...Teniendo el exilio como condena.

La cara de muchos se iluminó, y casi todos eran sirvientes, cantaron vitores mas de la mitad. Mientras que el rostro de Sebastián se ensombreció.

-Señorita, no creo que usted...-dijo preso de rabia.

-Usted no tiene nada que hacer aquí...no permitiré que justo el dia en que me he comprometido vea la muerte de una persona. Asi sea de este demonio!- dijo Katie fuera de si- qué le diré a mis hijas sobre este dia?! Estará en la historia del pueblo como cada juicio! Él dia en que me propusieron matrimonio no será opacado por el mismo dia en que mataron al supuesto hijo del demonio. No lo permitiré.-gruñó- Padre! De su veredicto!

El padre observó el rostro serio de la muchacha por unos instantes, se santiguó. Y buscó un tubo de hierro.

-Marquenlo- ordenó- este hombre será exiliado...no se le permitirá entrada a ninguno de los limites de este pueblo, solo llevará la ropa que tiene...nada más. No se le dará comida ni agua, mas nada. 

Jack alzó la vista incrédulo. Muchos confundieron su expresión con miedo. Katie tomó el tubo de hierro y lo acercó a una patena dorada que yacia solitaria en el suelo, uno de los monaguillos encendió el carbón que se encontraba dentro y la joven sumergió un extremo decidida. Sebastian la tomó por el hombro

-Señorita, qué es lo que hace? No es bueno que una da...

-No me toque! Yo fui quien le dio la sentencia y seré yo quien la cumpla...Sueltenlo! Y mas te vale que no huyas! Pagarás por hacerme pasar por esto haz entendido?!

Katie sacó el tubo dorado, dejando ver al otro extremo una cruz completamente roja, hirviente. Jack no se movió pero empezó a negar con la cabeza. La joven se colocó en el suelo de rodillas, junto a él. Y lo tomó por un hombro. La muchacha dio una mirada asecina a los guardias y al verdugo, estos se apartaron y descendieron de la tarima. Sebastián se alejó tambien, bajó resignado y furioso. El padre comenzó a decir cosas, con la biblia en mano, pero Jack no escuchó nada, tenia la vista fija en Katie. Quien le colocó algo en el bolsillo y comenzó a hablarle.

-Siento hacer esto Jack, lo siento...lo siento...-susurró y reprimió un sollozo.

-No lo hagas, princesa. No te hagas esto, por favor...no Katie. No me ayudes...te mata....

-Estoy a punto de marcarte de por vida con una cruz de acero hirviendo, Jack.

El aludido sonrió.

-Se esta enfriando, Katie...- dijo, se soltó las cuerdas de sus manos, tomó la mano de Katie y puso la cruz a centimetros de su piel- HAZLO DE UNA BUENA VEZ!

Esta puso los ojos como platos y apoyó el metal hirviente sobre la piel desnunda del pecho de Jack. No gritó ni hizo nada, pero se vió como el metal quemaba su piel y una gran humareda salió de la herida, jadearon al mismo tiempo. Katie soltó el tubo dorado y se acercó a la oreja de Jack rápidamente.

-Hay mas cosas por las cuales me pueden matar.- le palmeó el bolsillo y se levantó.- Llevenselo! Escoltenlo fuera del pueblo...

Jack vió como Katie desaparecia por unos instantes, y luego era tomada en brazos por Mathias. Cuando se dio la vuelta y los vio de frente a ambos, vio sus ojos enrojecidos y las lágrimas callendo de sus rostros al apar. Jack les sonrió mientras lo levantaban y empujaban a las afueras del pueblo, vió como la pareja se tomaban de manos y uian a, él sabia, la villa Gitane. Jack se deshizo del agarre en que lo apresaban y salió corriendo, nadie, absolutamente nadie lo detuvo...

Corrió y corrió, sin ver a donde iba, justo como lo hizo de niño....cuando asecinó a su mejor amiga, para encontrarse con... ironicamente, su Katie, su apreciada y mejor de las amigas, Katie, la mujer a la que amaba y quien lo habia liberado, al fin, de todo... Solo que, por ahora, no la veria, no se encontraria con nadie ahora...estaba lejos de todo, estaria solo...o eso creia.

A su lado, a unos cuantos palmos se escucharon los cascos de un caballo, corriendo a la par que él. 

-Te dije que te largaras no es asi?!- gritó sin detenerse, el caballo color de la noche relinchó y agitó la cabeza.

Jack se hechó a reir y el caballo avanzó corriendo hacia él. Lo montó de un salto y el animal continuó corriendo, hasta ascender por una colina. El muchacho decidió no mirar atrás, pero sabia que la lejania se hacia presente conforme los árboles desaparecian, un espacio gigante y verde se extandió ante él. Y una iglesia abandonada apareció al tope del paisaje, el caballo corrió hacia ella con mas fuerza y se detuvo.

La impotente iglesia tenia la pared destrozada y caida en la parte trasera, dejando ver un pasillo lleno de polvo, el altar habia desaparecido y las butacas estaban rotas y volteadas en el suelo, no era muy grande y solo tenia un piso. Pero se veia lo fuerte y resistente que habia sido, que en algun lugar debia estar la habitación del cura y que por su puesto era un lugar que Jack podia habitar.

-Me estás diciendo que me quede aquí?, que es lo que tiene qu...- el caballo se dio la vuelta.

Ante Jack se extendió una vista paronámica de toda la aldea de Ludemburg, veia incluso la villa Gitane que estaba separada de la primera por una gran capa de árboles, veia incluso mas alla, donde se extendia una población, para él, extraña, una serie de edificios grandes, y bien formados...un mundo distinto para él...

-Negro...crees que podamos ir...

El caballo se paró sobre sus dos paras por un momento, luego se colocó normal y asintió.

-Para eso me trajiste, para que viera ese lugar...pero, no dudo que hayá me juzguen igual que aquí...

El caballo bufó.

-Entonces, qué es lo que pretendes?, que pruebe suerte ayá y luego venga aquí a dormir?...AAAHHH!!! me molesta tanto no poder entenderte! No hay alguien que me sirva de traductor?!

“Me gustaria ayudarte entonces, cariño...” siceó una mamba negra que se extendió toda su altura y se posó sobre la crin del caballo “él te conoce...sabe que nunca podrias dejar, a tu...lo que sea...”rodeó el cuello de Jack y acarició su mejilla con su lengua bifida “Asi que pensó que...podrias intentar estar ayá, en Paris por un tiempo...y volver acá...o ir y venir...total...no lleva mucho tiempo..” la serpiente se colocó frente a Jack, lo miró con sus ojos negros y profundos, le enseñó los colmillos “Tu nos haces recordar nuestros inicios, humano. Cuando aún teniamos algo de consciencia...qué eres?”

-Ni yo mismo lo sé...-admitió Jack Encogiendose de hombros.-Creo que comenzaré viajando allá, a Paris, para averiguarlo....

Dicho esto se bajó del caballo, tomó a la serpiente y la colocó en el suelo.

-Descansa Negro, lo necesitarás...

El caballo relinchó y se hechó. Jack se sentó en el suelo de la iglesia, que funcionaba ahora como patio trasero gracias a la pared caida, los pies le colgaban a centimetros del suelo, se metió las manos en los bolcillos y descubrió las dos cartas que le habian escrito, una muchisima mas larga que la otra, muy doblada y con varias hojas.

Decidió abrir la mas larga, despues de todo, queria dedicarse luego a leer la de Katie con detenimiento. En cuanto comenzó a leer, se dio cuenta de que eso era mas como una especie de diario que una carta para él, era extremadamente extensa, los pergaminos eran sumamente largos y la letra era algo pequeña...Pero algo estaba seguro, esa era una carta de Nicholas para él, para su hijo, para el “condenado Damon J. Lucebell”


Carta al condenado Damon J. Lucebell

Jack:

Desde que naciste te consideré como una bendición, aunque se que ahora dudes de eso. El dia de hoy te hice sufrir como nunca y lo sé hijo, lo sé y cada dia me arrepentiré de eso, no tengo ya palabras de disculpa, un lo siento no basta para lo que te hice, mucho menos para lo que te haré. Pero debes saber la verdad, saber el por qué de todo esto.

La unica verdad es que te quité de las garras de tu abuelo, el señor Sebastián Eligore, el padre de tu madre Elizabeth. Él, a penas te vió intentó matarte, no me preguntes el por que. Lo unico que supe es que te llevó con el padre mientras dormiamos, le enseñó tus ojos e intentaron herirte. Pero se alarmaron en cuando empezaste a sanar, llegué y los descubri colocandote una cruz hirviendo en la espalda. Escandalizado, te tomé en brazos e intenté salir de alli, pero Sebastián me detuvo, mostrandome como sanabas poco a poco...

Hijo, te saqué de alli inmediatamente y te acosté en la cuna. No llorabas, no hacias nada, solo respirabas normal y acompasadamente. Te confieso que te temi en ese momento, y te temo ahora, pero no por eso es que te hice lo de hoy. Tu abuelo me convenció de una artimaña para con tu madre, para que pensase que fui yo quien llamó al padre, me amenazó con matarla. Era capaz incluso de matar a su propia hija, no lo crei al principio, pero se acercó a ella mientras dormia y puso el cuchillo en su garganta. Terminé aceptando a regañadientes, como debes saber.

Sabia que sin tu madre no era nada, que la amaba más que cualquier cosa. Pero tu y ella son lo más importante para mi, y si mis acciones los mantenia a ambos bien y con vida, sabia que de alguna forma podia ser feliz...

Te hice eso porque tu abuelo habia propuesto un juicio para matarte, porque eras... porque, le atemorizabas. Querian destrozarte Jack, para que no tuvieses la oportunidad de regenerarte, entré en pánico. Amenacé al padre para que me diera alguna forma de protegerte, de mantenerte vivo...aunque tu madre no estuviese, sabia que Lucinda te cuidaria. Pero necesitaba alguna razón, algun pretexto y el único que encontré fueron tus dibujos. Todos aceptaron, ver sus caras fue la cosa mas horrible de este mundo, pero no fue tanto como ver a Julian desangrandose en el suelo de la sala. Yo no fui quien ordenó eso, yo nunca mataria a nadie, yo jamás ordenaria algo tan horrible. Eso era una amenaza por parte de Sebastian, diciendome que no intentase nada, que no intentara escapar contigo...

Sebastian tambien fue quien le hizo eso a Lucinda, quien le cosió la boca de esa forma. Sospechaba de ella, sospechaba de todo aquel sirviente...Hijo, no pude creerlo cuando me hablaste de esa forma, cuando me miraste con esos ojos vacios y llenos de dolor, no pude casi conyevarlo, intenté liberarte de todo, liberar a Lucinda. Pero, no funcionó Sebastian amenazó con matar a más y más gente, no pude más, aunque se que es horrible para ti, eso al menos te mantendria con vida. Podias salir Jack.

Estoy seguro de que encontraré la forma de que todo vaya bien, de quitarte algunos dias. De que, esto termine para ambos.

No espero que me perdones cuando leas esto, Jack. Pero tienes derecho a saber la verdad, y creo que esta es la mejor forma. No firmo aun porque tengo el presentimiento de que no será la primera carta de disculpa que te escribiré, pero espero y rezo para que sea la última vez que te practique el agita.

Siento no poder hacer nada, siento que Lucinda te haya dejado, siento que hayan muerto ya dos de mis mas queridos sirvientes. Hijo, ya no puedo hacer mas nada, ya no sé que hacer. Las mucamas te han atendido bien, tu les caias bien a todos y eso me comienza a preocupar, creo que te quieren mas de lo que creo, y algunos han desaparecido ya... Sebastian te trae a mi cuarto a altas horas de la noche profundamente dormido cada cierto tiempo, no tengo idea de lo que te hace. De lo que le hace a mis sirvientes, ya no tenia mas que me pudiese quitar, asi que decidi enfrentarlo, pero el mismo me abrió los ojos, que tu moririas a mi primer flaqueo. Aunque he intentado irme, todo se vuelve un revoltijo...no sé que hacer. No se que haré de ahora y adelante...





Jack, hijo, debes entender algo. Nunca pretendi dejarte solo, pero ¿Por qué tenias un nido de serpientes debajo de tu cama?. Nunca crei que el Agita se extendiera tanto y siempre crei firmemente en ti. Nunca en lo que decia Sebastian, pero me haces flaquear con esa actitud tuya, pero ¿sabes? No dejo de alegrarme por el hecho de que me llamases papá, aunque fuese solo para molestarme. Me senti feliz, hijo. Siento mucho haberte hecho quemar a esa serpiente, aunque me de escalofrios. No puedo creer que me haya dejado convencer de que te encerrara en el establo, pero creo que alli al menos tendrás algo de compañía. Aunque salgas por el pueblo...espero que entendieras que tuvieses cuidado, de que te tienen vigilado...Pero siempre te dejarán adentrarte en el bosque, creo que es porque piensan que alli morirás por algun animal salvaje...


No creo que Annabelle estuviese tentada por ti Jack, no lo creo. Pero lo que si creo es que todo ha sido suficiente, la mujer no puede conyevar esto a mas, la maltratan la golpean, es horrible. Y Sebastian parece orgulloso de eso, no se que es lo que ocurre. Pero si alguien esta influenciado por el demonio no es nada mas que él, Annabelle es muy jóven, no creo que pueda soportar esto. Intentaré llevarmela a Paris Jack, Paris, un lugar que nunca haz conocido, pero te prometo que lo conocerás que cuando leas esto estes sentado en uno de los cafés mas caros y te estés riendo de esto. Acompañado de una hermosa mujer...Jack, te liberaré de esto hijo mio, ya no puede llegar a más. 


Annabelle, la pobre Annabelle. Ella no te queria abandonar, ella no podia más eso es todo...

Debi haberla sacado antes, debi liberarla. No puedo permitir que sigan cosas como esta...



Quiero que sepas algo, que amé a tu madre muchisimo Jack. Que por ella es que te he mantenido vivo, que, a pesar de que sé que me fue infiel ella siempre estará en mi corazón. No me hubiese importado criarte aunque fueses hijo de otro, por lo que... No debes tener rencor por aquel que haya hablado. No debes tener rencor por aquel hombre estupido.

Sé que no fuiste tu quien lo mató, que eso es imposible, que solo se dejó consumir por la culpa, que es imposible, es imposible, es imposible...

Finji dislocarme el hombro, porque crei que eso los detendria que tu castigo no iria a peor. Pero, para mi sorpresa, el padre tambien tomó cartas en el asunto, no crei que la crueldad de la gente llegara tan alto. Hijo, lo siento tanto, lo siento, lo siento...




Jack, he de admitir que tengo mucha curiosidad en saber que es lo que haces por alli cuando estás fuera. Pero no puedo hablar contigo, no puedo seguirte...agradezco estos dos meses que han pasado sin practicarte el Agita, nos valia un descanso para ambos ¿no lo crees?. Ya no te veo en la casa ni en el establo, ya estas completamente independiente, Jack. Ya no tengo que preocuparme, al parecer ya no tendré que hacerte nada, ya Sebastian se ha cansado. Ya no más ¡por fin!, ya solo tengo que darte esta carta, y liberarte con algun pretexto, podrás irte hijo, podrás irte!. Podremos irnos de este pueblo, ya no estaremos atados a nada. Ya no mas amenazas, ya no más muerte...ya tu madre alfin descanzará en paz...

Sabes? Anoche soñé con ella, estaba hermosa como siempre. Si, hermosa, hermosa y angelical. Pero se veia muy triste, ¿por qué se habra visto tan triste? No lo sé hijo, pero siempre amaré a tu madre, la amaré siempre aunque estuviese cubierta de sangre... 


¿Por qué Jack? Por qué otra vez te tuve que hacer eso? No se supone que nos iriamos? Todo no habia acabado ya?. Ya no puedo más Jack, ya no...no puedo, creo que si hubieses intentado escaparte un poco mejor esto no hubiese sucedido, solo escapate mejor la proxima vez si? Solo mejor la proxima vez... No pelees mas hijo, no quiero volver a verte despertando por el dolor.

Esta vez ha sido peor Jack. Por qué no haces nada Jack? Hace tiempo gritabas, lo recuerdo...pero ya no lo haces...por que no gritas Jack?! Que no ves que si no te ven sufrir me obligan a golpearte más?! Te quedas inconsciente, te traen inconsciente...todo una constante costumbre! Ya eres mayor dejate de juegos Jack...y escapate de una vez...por qué siempre vuelves?! Quédate dond a es verdad, ellos te traen, ellos te siguen y no quieres que sepan a donde vas.

Pero yo lo sé Jack, yo sé a donde vas a ver a tu madre y a tu padre el ángel verdad?.

Mira, Jack, mira....La botella se ha acabado, ya no tengo mas, ya el  ron, el vino y el wisky se han acabado. ¿Qué debo hacer ahora? ¿Qué debo hac





Jack no quiero seguir con esto, ya no... ya no... ya´

Ya te he hecho gritar, ya estas sufriendo de nuevo. Esa nueva cosa que me dió el padre ha funcionado. Ya pronto todo terminará, he logrado bastante Jack, hijo...

Linneo ha muerto, ya no sé que hacer. ¿Lo mataste tu Jack? No, eso es imposible cómo lo pudiste matar?, me decias que estabas envenenado Jack, te veias muy mal Jack, eso no estuvo bien. No debi haberte arrastrado a ese lugar! Pero no me entendias no me entendias no me entendias, te lo dije te lo intenté decir por una vez en todos estos años, pero no, tu no comprendes Jack, tu no comprendes...

Pero por fin alguien ha venido a hacerlos entrar en razón, ya no tendré que seguir mas con esto gracias a Ese chico, Mathias...él te conocia, lo vi en sus ojos. Fue muy valiente, nos enfrentó, me enfrentó!. Y ya no tendré que hacerte el Agita, ya por fin ahora todo ha terminado. Pero no puedo darte la carta ahora Jack, no puedo. Porque te escuché que moriria dentro de un año ¿Cómo sabes eso Jack?

Me llamaste asecino Jack, quien es Katie Jack?, que fue todo eso? Por qué abandonas todo Jack...podias confiar en mi, siempre te lo insinué. Pero Jamás te diste cuenta, Jack, mi hijko...

Por qué sigues sin confiar en mi, por qué no me miras a los ojos. ¿Qué no ves que te dejado ir por el pueblo? Eres inteligente, Jack. Sé que podrás sucederme cuando tu tiempo llegue, tu nombre está escrito en mi testamento...serás dueño de una casa en Paris, si moriré en un año entonces dentro de poco todo será tuyo Jack...pero no le digas a Sebastian.


Sebastian ha descubierto todo, hijo. Siento siempre escribirte cuando estoy ebrio, pero es la unica forma que he encontrado para poder sobreyevar todo. Sebastián ha intervenido con mi testamento en Paris, se ha aliado con los abogados del pueblo, piensan matarme. Y ya ha pasado un año desde que te escuché decirle esas cosas a Mathias. Un año completo, un año. Lo que le tomó a Sebastian hacer todas sus jugadas, no dudo que me encuentren muerto dentro de poco, hijo.  Y no tengo duda alguna de que te inculparán, tal y como lo dijiste aquella vez, pero si aun te queda tiempo para vivir, entonces vive.

No dudes, no dudes por tu madre, no dudes por tu verdadero padre. Haz sido muy fuerte Jack, haz crecido y haz madurado muchisimo. Sé que te puedes desenvolver donde sea, se que tienes amigos que te pueden ayudar, no dudes de ellos. Duda de Sebastian, duda de todos los nuevos sirvientes, no te dejes cegar por el odio y ve a Paris. En Paris encontrarás un futuro, hijo, espero y ancio que sea grato y productivo.

En Paris hay muchas sombras, tus ojos nunca te serán un problema. Y el viejo Sebastián no podrá encontrarte. Alguien se acerca. Le daré la carta a  Marienelle, te la dará mañana en la mañana. Si estas lejos, no des marcha atrás. Si estoy muerto, corre, corre por mas que quieras, si te atrapan...te matarán hijo, ya no tienen impedimentos...aunque buscaré la forma de que todo salga bien.

Sé lo vagamente moral que es Sebastián, se que intentará enjuiciarte, por lo que eso le dará tiempo a Mariennelle de idearselas. Mariennelle es una gitana, hijo. La encontré en Paris hace algun tiempo y es la mejor escapista que haya conocido, confie en ella. Aunque esté en la carcel, siempre confie que ella te sacará, aunque estés con la cuchilla a centimetros de su cuello, no dejes de confiar. Ella puede tardarse un poco, pero siempre ha hallado la forma de escabullirse de todo.

Otra vez te digo que lo siento y que me arrepiento de no haber parado tu sufrimiento.

Con todo el sentimiento de culpa,

                                                                                                                                                      Tu Padre, Nicholas.




PD.: Mariennelle pondrá como titulo “carta al condenado Damon J. Lucebell” Para que, si no llega a tus manos, entonces será reproducida y colocada en todos los rincones del pueblo. Si mueres Sebastian caerá, no dudes de eso.




Jack se quedó observando la carta. Incrédulo.

-No es posible...esto no es posible...

Veia como el tintero habia manchado los bordes de muchas cartas, como la escritura se volvia desigual e incoherente. Se imaginaba a Nicholas escribiendola mientras lloraba, por las gotas que corrian la tinta en alguna que otra parte, tambien las gotas olorosas a wisky y vino. La cordura de su padre ya estaba bastante menguada por todo lo que habia visto, por todo lo que habia hecho. Pero, Jack siempre habia sospechado de Sebastián, siempre era él quien lo encadenaba y humillaba.

Habia sido él quien inició su juicio hacia unas pocas horas, habia si do él todo este tiempo. Pero por qué?! Por qué le tenia tanto rencor por qué habia querido matarlo ¿Por qué llegar tan lejos?. Jack no podia entenderlo, pero ahora, estaba exiliado del pueblo y no tendria que preocuparse por eso, seguiria el concejo de Nicholas e iria a Paris, eso era un hecho.

Rompió la carta  y la guardó en su bolsillo. Mas tarde conseguiria algo para quemarla. Luego abrió la de Katie y se recostó en el suelo, para leerla con todo el detenimiento que fue capaz...

Jack, queria decirte desde hacer tiempo una noticia muy importante. Queria decirtelo con calma, para que no te pusieras histérico ni me regañaras...bueno, no me regañaras mucho. Y Mathias fue quien me dijo que era yo quien te lo debia decir, que a él era a quien tu regañarias ya que la responsabilidad es de ambos...

Bien, aquí va...estoy embarazada Jack, llevo alrededor de 8 semanas de embarazo. No habia tenido la valentia para decirtelo, como no habia podido decirle a Mathias de mi compromiso, me parecia que una cosa siempre llevaba a la otra, pero ahora...Mathias está conmigo.

He de confesar que tengo miedo Jack, miedo a que nos descubran y que mi embarazo se haga público, que crean que el hijo era de otra persona. Ya que se supone que Mathias y yo no nos conociamos, pero confio en él y sé que pensará en algo.  Pediré el exilio para ti Jack, aunque Mathias y yo creemos que te las emplearas para volver en cuanto leas esto, solo espera un poco si? No hagas nada estupido, no te acerques por nada del mundo al pueblo, mantente oculto Jack. Durante un tiempo, haz que te den por muerto. Luego nos encontraremos en la villa Gitante.

Eres el padrino de nuestro hijo Jack, siempre lo serás y ancio que lo conoscas, que lo malcries y que juegues con él. Quiero tambien verte de la mano con una buena mujer y que dejes de una vez por todas de besar sin amor Jack, no es algo bueno y se que sufres.

Mathias me dijo que me explicaria todo, y espero que lo haga. No sé porque te juzgan. Tu jamás matarias a nadie, eres y siempre serás el mejor de mis amigos.

Te estaremos esperando los tres,

                                                Tu mejor amiga , Katie.

Jack leyó la carta unas cien veces más hasta que asimiló lo escrito, Katie estaba embarazada de Mathias y estos estaban comprometidos. La cosa iba de mal a peor...Pero contaba que lo resolverian todo, auque no le guastase, Katie tenia razón. Daba gracias haber leido la carta de su padre primero, sino regresaria al pueblo de una vez y convenceria a Katie de que huyera con Mathias.

El dia transcurria y el muchacho comenzó a pensar en sus opciones, tendria que lograr algo en Paris. Conseguiria informacion como fuese, tendria que buscar al abogado de su padre, tendria tambien que estar atento a las noticias de Ludeburg...Tendria que estar como en 100 lugares al mismo tiempo. Pero, al menos, eso si era posible. Tenia oidos por todas partes, que reptaban sigilosamente por el suelo y que de alguna forma le agradaban, ahora ya no tendria que ocultarlas.

Jack se levantó y le dio un vistazo a la pequeña iglesia, sabia bastante de carpinteria y podria sin duda convertirla en su hogar. Pero eso seria con el tiempo, primero, tendria que conseguir dinero y para eso estaba Paris. Llamó a su caballo y este se levantó de un salto.

-Probemos algo de suerte, Negro-  dijo mientras se montaba en el caballo y le daba unas palmaditas en el cuello                                                                                                                           

El caballo se dio la vuelta y corrió, solo él sabia como llegar a ese lugar rápido y sin dejar rastro alguno, sin tocar ningun limite de la villa, adentrandose en los caminos del bosque oscuro, para despues llegar a una civilización que le permitiria pasear por las calles sin levantar sospecha alguna, donde las callejuerlas oscuras coloreaban sus ojos de un negro hermoso, donde habia muchos adivinos y “especialistas”. Donde, en las noches, las mujeres insistian en prestar uno que otro servicio, en la que los secretos eran la ley absoluta y nadie conocia a nadie. En donde Jack consiguió un trabajo exelente y muy beneficioso, que, practicando dentro de Ludemburg, le habia ocasionado el comienzo de Agita. 


1 comentario:

Krellan dijo...

Este capítulo también esta muy bien, sin embargo, le pude detectar unos cuantos errores de ortografía... Cuando los corrijas estará aún mejor :D