Escucho a lo lejos
como infantes entonan nuestra historia, nuestras vivencias, nuestra
desdicha.
Alegre el sonido de sus voces, triste la historia que cuenta
¿Por qué ha de ser nuestra tragedia motivo de fiesta y gozo? Los adultos alzan
banderas de colores, actores y actrices se disfrazan como nosotros, todos
gritan y elevan confeti por los aires, lastiman mis oídos
tallados en piedra.
Te observo frío como
siempre, congelado frente a mí en
nuestra eterna condena ¡Cómo desearía que
nuestro aniversario fuera sinónimo de paz y no de anarquía! ¡Ignorantes!
¡Fieles ignorantes!
Te observo desde esta antipática distancia, tu hermoso
rostro convertido en pulida piedra. Tu
por siempre siendo capaz de escucharme y yo siempre capaz de observarte, pero ninguno de los dos capaz de moverse,
nuestro silencio impregna milenios, y lo seguirá haciendo mientras las fiestas
desdichadas continúen.
No puedo hacer más que escuchar nuestra historia una vez
más…
Once upon a time somebody ran
…Las voces inocentes cantan desvaríos…
Somebody ran away saying 'fast as I can
Mientras nuestra historia se desarrolla en lo profundo de mi
anciana mente…
Hace mucho tiempo, alguien
corría, sí, corría sin mirar atrás. Huyendo de un error enorme, el error
que no había tenido tiempo de enmendar antes de su partida. Habíamos crecido
juntos como iguales, él era parte de mí y yo de él. Él pensaba en eso mientras apretaba fieramente la estrella
de mi corazón en su puño, él corría,
desatando todos los hilos de su memoria,
rompiendo aquellos que lo ataban
a mí, a nuestro hogar. Él había visto el error…el error de aquél que
asesiné.
Aquél que asesiné, aquél cuya sangre corrió por mis manos al perder mi estrella, mi corazón,
mi raciocinio, aquello que podría
convertirme en princesa. Yo nunca lo vi
correr, no vi más que sus huellas en la huida y su puñal en forma de corazón donde se supone se encontraba mi estrella.
Mi Estrella, el
corazón que me unía con toda la bondad de la tierra que lideraba, que liderábamos,
era una niña cuando fui elegida para ser
la diosa protectora de China. Él fue elegido
como mi consorte, como mi
protector, como todo lo que presentó hasta el final de sus
días. Él me protegía de la maldad, de la perversidad y la oscuridad de
la Tierra, yo debía ser pura, no había maldad en mi corazón gracias a La
Estrella.
Pero mi libre
albedrío era indiscutible y la maldad llegó al Castillo a lo largo de los
siglos. Mi cuerpo había crecido, así como
mi Guardián, mi hermoso
guardián...Mi hermoso guardián cuya
fidelidad entraría en mutuo acuerdo…
Faltaba tan poco, pude ser una princesa y tú mi rey…
Pero la maldad
apareció en nuestro entorno, aquél traidor se abrió camino entre los árboles de lirios y nuestra unión de rosas
azuladas. Confundí su malicia con inocencia, pero él, sabio como su ser lo
caracteriza, supo de inmediato las intenciones del traidor.
¿Por qué no me
creíste? Realmente me heriste…
Yo, ilusa, ingenua,
lo protegí, dudé de mi Guardián, dude
de su compostura. “El amor nos confunde,
el amor te hace arder en celos” decía yo,
la ingenua, la ilusa, aquella tonta
consumida por su inocencia. “Tu bondad te ciega o ¿Es acaso el amor?”
decía él, su tristeza me dilapidaba, pero el fuego de nuestras peleas ardía una y otra vez…
…Realmente me heriste…
La verdad, era
tarde cuando abrí los ojos. Cuando me di cuenta de la maldad que manchaba mi pureza con lenta gravedad, ya
era tarde…él se habías alejado demasiado. Mi Guerrero ya me miraba con dolor, me tocaba con desdicha, en su juramento,
susurró a mi oído “Tienes en tus manos las dos partes de mi corazón” y se alejó
de mi lecho esa noche, abriéndole camino
al traidor…que, al verme desolada,
invadió mi espíritu y mi cuerpo sin piedad.
…Realmente me heriste…
Fue en ese momento
cuando él volvió, y se ensordeció ante mis gritos de ayuda. Él estaba
indignado, y yo humillada.
…Realmente me heriste…
Mi Estrella desapareció esa noche, y todo el castillo
se sumió en oscuridad. El traidor, aquél que violó mi pureza yacía
sobre mi mientras yo era incapaz de moverme…por
momentos lo recordé, recordé sus advertencias…Pero el odio en mi corazón
vacío creció de inmediato.
Pude ser una
princesa y tu mi rey, pudiste tener
mi castillo y usar un anillo…pero no…me
dejaste ir…Tú robaste mi estrella.
El castillo ensombrecido tembló de agonía, y en el cofre donde antaño la Estrella se
refugiaba, estaba su puñal. Su puñal de
oro, la reliquia familiar…uno de sus mayores tesoros…
…Tienes en tus manos las dos partes de mi corazón…
Lágrimas caían
mientras él huía, él huía lo más
rápido que podía. Llevando mi estrella consigo. Mi odio creció en demasía, mis
lágrimas adquirieron el color de mi alma, el ocre invadió por completo el
líquido cristalino, mis ropas se tiñeron
del color de la noche, el
castillo puro se quebró en pedazos. Escuché la voz del traidor, del
violador a mis espaldas…
¿Por qué te fuiste?
Su puñal penetró sin piedad en el estómago de aquél traidor, mi mano dirigió el arma
desde ese lugar a su espalda…La sangre
roja salía y salpicaba mi cuerpo
como grandes llamaradas de fuego, el
filo cortó huesos y órganos. El rostro
del violador me observaba con sorpresa hasta que dividí su garganta en dos
mitades. La masa corporal ante mí fue incinerada rápidamente por mis nuevos sirvientes, oscuros ahora, como el Castillo.
Hace mucho tiempo…ardíamos brillantes… ¿Por qué me dejaste y
dejaste todo a mi flama?
Mi odio se extendió
por China, y de mi salió la maldición, el miedo, la guerra y la furia. Ahora
era una Diosa Cruel, temida por todos, alabada
por muchos. Mi ser se bañaba en
la sangre de los bondadosos, mi ser se bañaba y luchaba contra quienes se
asemejaban a mí hacía ya siglos.
Robaste mi estrella.
Fue entonces cuando él apareció de nuevo, cuando decidió
volver a la devastación que había provocado. Él, el ladrón de mi estrella, él,
el forastero, el mendigo que mis sirvientes apresaban. Su deterioro me
sorprendió, mi Guardián era irreconocible
en su desdicha, pero la estrella en su pecho lo desenmascaró. En la soledad de mi habitación me acerqué a
él “Yo pude ser una princesa, y tú un rey…pudimos tener un castillo y usar un
anillo… pero no…me dejaste ir” susurré a su oído. Su sonrisa me sorprendió “Tienes
en tus manos las dos partes de mi corazón”. En mi pecho apretaba su puñal con fuerza,
lágrimas negras recorrieron mi rostro en el instante que observé Mi Estrella en
sus manos “Robaste mi estrella” susurré.
Él retrocedió y se sumergió en el lago que recorría mi
aposento, el agua color ónice se aclaró
al instante, a pesar de la suciedad que cubría a mi guerrero. Mi estrella se
elevó por los aires, junto con seis luces que salían de su andrajoso cuerpo. Me
sumergí con él, a mí alrededor, el agua
se ensombrecía, poco a poco, el elemento se elevó a nuestro alrededor,
las estrellas giraban con él.
Él, Mi Guardián, ahora, el ladrón de Estrellas, se ponía de
pie frente a mí: “Realmente me heriste” susurramos al unísono, nuestras voces susurraban
en mil lenguas distintas “Realmente me heriste”, repetimos. Mi mano recorrió su cuerpo y las suyas el mío “Realmente
me heriste” susurré mientras el agua descendía a nuestro alrededor y él caía de
rodillas sobre mí. El puñal en su pecho debía haber acabado con él…
“Tienes las dos mitades de mi corazón”
Su rostro se colocó frente al mío, mis manos fueron al suyo.
Las Estrellas robadas atravesaron mi cuerpo…Mi ser ardió con el suyo por un
breve suspiro, hasta que la piedra secó mi cuerpo por completo, frente a mí, él
se endurecía y se agrietaba con los ojos cerrados. No pude dejar de mirarlo, y a través de su
contacto fluían los recuerdos de Mi Guardián, las memorias ocultas de aquél
ladrón de estrellas que buscó desesperadamente las partes de un Todo capaz de
purificar el corazón de aquella mitad del suyo que había dejado atrás…de
aquella persona a la que había amado sin dudar…
You stole my star La-la-la-la-la-la-la
'Cos you really hurt me, no you really hurt me
'Cos you really hurt me, no you really hurt me
Si la piedra, en su frialdad pudiese derramar lágrimas,
estoy segura que ambos derrocharíamos líquido cada instante en el que nuestra
unión se fuera proclamada ¿Acaso jamás
tendríamos descanso? ¿Acaso jamás dejarían
de recordarnos el error cometido?
'Cos you really hurt me, no you really hurt me
'Cos you really hurt me, oh-oh you really hurt me,
Oh-ooh-ooh'
Cos you really hurt me, oh-oh you really hurt me…
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